Diseñe su jardín

¿Cómo crear un espacio habitable bajo una pérgola?

¿Qué te parece transformar tu jardín en una verdadera sala de estar? Gracias a una selección bien pensada, crea un auténtico refugio sin esfuerzo y disfruta del verano como si fuera un nuevo espacio en tu hogar.

1. Un refugio sin paredes, pero con estilo

Crear un espacio exterior no implica necesariamente construir. Una pérgola bien diseñada basta para estructurar el espacio, proporcionar sombra, filtrar la luz y crear una preciosa sensación de privacidad. Permite crear una zona de relax de forma natural, sin divisiones, adaptándose a la arquitectura de tu casa. Moderna, natural, discreta o atrevida: se integra a la perfección en tu hogar.

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2. Comodidad temporada tras temporada

Una pérgola no solo protege del sol. Gracias a sus lamas ajustables, actúa como escudo contra la lluvia ligera o el viento, a la vez que favorece la circulación del aire en verano. El aluminio utilizado en su estructura garantiza una durabilidad impecable y un mantenimiento mínimo. Es un refugio que perdura sin deteriorarse, ideal para comidas, siestas o sobremesas prolongadas, sin preocuparse del tiempo.

3. Un diseño personalizado para tu jacuzzi

No necesitas un gran jardín para crear un verdadero refugio de bienestar. Instala tu jacuzzi bajo una pérgola para disfrutar de un espacio de relajación único, tanto en verano como en invierno. Juega con materiales naturales: añade unas cortinas para mayor privacidad, una alfombra de exterior para mayor comodidad e iluminación suave para crear un ambiente cálido. Realza el espacio con macetas, un banco o asientos bajos para prolongar el momento. Gracias a la modularidad de nuestras pérgolas, transforma el espacio a tu gusto: una zona de spa durante el día y un ambiente lounge por la noche, como con nuestras colecciones Duna o Sirokos.

4. Una instalación duradera, pero evolutiva

Lejos de ser fija, una pérgola bien elegida puede adaptarse a tus necesidades. Algunas disponen de sistemas de extensión, estores o lamas dobles que permiten ampliar o modular la zona cubierta según la estación. Así, puedes transformar tu terraza o tu jardín en un espacio de vida flexible, sin modificar la estructura de la casa. Una libertad de diseño, sin necesidad de grandes obras.